jueves, abril 16, 2009

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UNA EXPERIENCIA INTRANSFERIBLE


La laica uruguaya Blanca Guerrero comparte su experiencia, su balance y  sus más profundos sentimientos, al concluir los tres años de servicio en la Comisión de Predicación de la Orden.


 


Con un dejo de tristeza hemos concluido nuestra tarea en la Comisión de Predicación.


Han sido tres ricos años de encuentro para mirar y admirar atentamente, las experiencias de predicación que vive nuestra amplia y dinámica Familia Dominicana, en múltiples lugares del mundo.


 


Para mí, mujer laica, esposa, madre y abuela, ha sido una visión diferente de la Orden Dominicana y me he sentido muy acogida, en el seno de esta Comisión.                                                                               


Hermanas y hermanos, teólogos, con cargos en ministerios importantes, han compartido con franqueza y sencillez la riqueza de sus búsquedas en el campo intelectual y en la mirada perspicaz de la realidad.


 


La diversidad de contextos, desde donde acudimos a Santa Sabina, enriquece y abre el abanico de opiniones:


 


Hna. Cathy Hilkert,  Dominica EEUU


Hna. Viviana Ballarin, Dominica  Sta. Catalina de Siena, Italia


Duncan MacLaren,  Laico,  Escocia


Fr. Allan White,  Socio del Maestro Europa Occidental


Fr Sidbe Semporé,  Costa de Marfil , África


Fr.Daniel Cadrin , Montreal, Canadá


Fr. Felicísimo Martínez  Madrid, España


Sra. Blanca Guerrrero de Gómez,  Laica,  Uruguay


 


Como Coordinadores de esta Comisión han estado:


Fr Marcio Couto (Socio del Maestro  para la Vida Intelectual)


Fr. Chrys Mcvey (ex Socio para la Vida Apostólica)


Fr Prakash Lohale (Socio para la Vida Apostólica)


 


No debe haber lugar más humano y más humilde desde el cual acoger la experiencia y el sentir del otro, que desde una fe compartida. Mi mirada, mi expresión, como mujer de Iglesia y Dominica, brota de una vivencia de pareja, de fe rezada y amasada, para sustentar desde ese trampolín de cariño, ternura y respeto, todos los embates que recibe una familia, los nuevos paradigmas a los cuales responder con apertura pero desde unos valores innegociables.


 


Mis aportes han sido desde mi realidad familiar, desde la vida compartida con mis hermanos laicos de la Fraternidad San Martín de Porres  y de las otras fraternidades de mi país de las que recibo la fuerza de la oración, el deseo de profundizar en temas de nuestra sociedad que nos inquietan, la sabiduría de los mayores que nos acompañan y, por sobre todo, el afecto y la confianza, que también son alimento esencial en mi desempeño.También desde una experiencia parroquial y barrial marginal donde se gestó en mí, el sueño de una Iglesia, renovada, acogedora, incluyente (no excluyente), humilde, servidora, con una relación entre todos sus miembros, más circular que vertical, con una jerarquización real de las mujeres, no sólo desde los documentos...Por supuesto que los compañeros que tienen una larga y rica experiencia y formación, fundamentada en el estudio de la Palabra de Dios, en el tesoro de la Tradición y en el patrimonio de nuestros hermanos mayores Dominicos, son más conscientes de los límites humanos a los sueños.


 


Fue una rica experiencia vivir el “VERITAS”, tan caro a nuestra Familia, pues cada uno expresó su parte de verdad, con total llaneza. Creo que ha sido eso, lo que hemos trasmitido al Maestro, como respuesta a los cuestionamientos que dieron origen a la Comisión.


 


Otro aspecto que deseo resaltar es el disfrute de compartir la vida del Convento: la multiplicidad de lenguas, de países de origen, de costumbres, pero con un punto en común en todos los frailes: la amabilidad,  la acogida,  el interés por servir al otro y una atmósfera de compañerismo...


 


Al ser de América Latina he compartido la mesa muchas veces con Bernardo, de Colombia, el que ponía el toque de humor en el comedor, con sus bromas y sonoras carcajadas; Wilmer, de Bolivia, muy calladito, y con quien ha sido un gusto compartir “los nuevos aires “ de su país; Giovanny, un ecuatoriano sumamente atento y que te hace sentir muy a gusto por los detalles, estudiante de doctorado; y tendría que seguir enumerando a todos los frailes, pues de todos recibí un gesto de amabilidad...


 


Me han emocionado mucho los laudes y las vísperas cantados muy armoniosamente, en los cuales pude participar, gracias  a las hojas en italiano, gentileza de Fr. Juan Pablo Corsiglia.


No puedo dejar de mencionar las gentilezas y atenciones de Patrizia, Secretaria General de la Orden y su equipo de ayudantes. El toque femenino de la secretaría, la sonrisa acogedora, la ayuda para el mínimo problema...todo enriquece la atmósfera de familia. También han colaborado con nuestra Comisión: Fr. Alejandro, Fr Marcelo, Marcela, como traductores, Fr .Bernard, asesorándonos acerca de nuestro espacio en la pág. WEB de la Orden  y otros hermanos que siempre estuvieron a la orden.


 


Me he  embelesado  contemplando el claustro, el jardín con el aljibe, las esculturas del jardín posterior, donde destacan, Santo Domingo, Santa Catalina otros frailes de los 1os. tiempos, todo ese conjunto con el fondo de Roma dorada por el sol...


 


Y al salir del convento: la belleza de Roma en primavera. Desde el Aventino, en el Jardín de los naranjos, mirar Roma, allá abajo el Tíber y como telón de fondo el Vaticano imponente resaltando sus cúpulas por el sol.


 


Mi sentimiento más hondo: agradecimiento y cariño a esta hermosa Familia, en especial al Maestro Fr. Carlos que ha confiado en mí y a Fr. Joao Xerry, artífice de mi participación.


 


Sra. Blanca Guerrero Gómez OP


                                                                                                                      


Montevideo, Lunes Santo del 2009